Bajo el título de Ciclología (Fin de Ciclo IV), Nºs 21-22 que ahora publicamos, coronamos las más de 1.600 páginas dedicadas al tema editadas por SYMBOLOS. De hecho es también de destacar el año en que se ha publicado, que ya anuncia de un modo simbólico el fin de un Gran Periodo de tiempo, el cual se ha expandido de tal suerte que no puede ser contenido en el espacio en que se encuadra, produciendo consecuentemente –a posteriori– una regeneración completa de nuestro planeta, lo que ha sucedido ya varias veces, con mayor o menor intensidad, al punto de convertirse esta perspectiva, para el estudioso o simple observador, en una auténtica ley cósmica periódica. 

Sobre estos temas escriben como invitados extranjeros John Deyme de Villedieu, que continúa con su libro sobre "El Descenso Cíclico" y Joscelyn Godwin que prácticamente completa con los capítulos "Las Artes de la Imaginación", "Los Nuevos Dioses", "El Dilema Filosofal" y "El Camino Interior" su serie dedicada a "Anales del Colegio Invisible"; ambas obras originales, aún no publicadas en Francés e Inglés respectivamente, y que sus autores nos enviaran con suma gentileza que agradecemos debidamente. 

A ellos deben sumarse los colaboradores habituales de la revista: Francisco Ariza "Los Ciclos en la Historia y la Geografía", José Mª Gracia "Arte y Fin de Ciclo", Marc García "Los Ciclos del Agua", Fernando Trejos "El Cuaternario", Mª Victoria Espín, "Sobre la Edad de Oro", a los que habría que agregar el artículo de Javier S. Maskin "Crónica de un Día de Brahma" y diferentes textos y documentos que nos parecen importantes y por lo tanto reproducimos aquí. 

Igualmente en este año 2001 se cumple el 50 aniversario de la muerte de Guénon, al que por esta razón se le rendirán numerosos homenajes, a los que queremos sumarnos. En ese sentido publicamos de nuestro director Federico González "Guénon en el corazón", así como una breve selección de sus escritos, que incluye un interesante artículo jamás publicado en libro ni en castellano: "Discurso contra los discursos", y continuando con nuestra línea editorial, que ya ha abundado al respecto, una correspondencia asimismo inédita del metafísico francés, dirigida a Arturo Reghini, así como ciertas críticas de A. Balestrieri, que nos han hecho llegar desde Italia donde fueron publicadas originalmente en la Rivista di Studi Tradizionali, a un llamado "Documento Confidencial" escrito por J. Reyor que editamos en nuestro Nº 19-20. También hemos reproducido los artículos: "Notas de lectura" de Charles-André Gilis, aparecido en Vers la Tradition, el de Jean-Pierre Laurant, "A propósito de Frithjof Schuon (1907-1998)", en Politica Hermetica, y el de Nikos Vardhikas, "Jesús y el Sheikh Aissa", igualmente en VLT. 

No hemos incluido nuestras secciones fijas Notas y Noticias, Libros y Revista de Revistas, así como las planchas del Cuaderno Iconográfico, por exceso de material a pesar del número abultado de páginas de esta serie mencionadas al comienzo de la Carta Editorial. 

Queremos agradecer a nuestro reducido número de suscriptores y lectores la constancia y fidelidad a SYMBOLOS y su labor, que nos ha mantenido firmes en nuestra lucha y ha dado sentido a los contenidos de nuestra querida revista pese a las dificultades, amenazas, y deserciones de todo género devenidas en contra nuestra exclusivamente por manifestar con claridad la índole del auténtico esoterismo, es decir, de testimoniar el mensaje de la Ciencia Sagrada, aún con las imperfecciones que puedan atribuirse a nuestros trabajos y a la naturaleza de los mismos. 

Muchas gracias a todos aquellos que han hecho posible el espacio, el ámbito, de SYMBOLOS y nuestro respeto a los que aún creen en estos tiempos en la posibilidad del Conocimiento y su realización, pese a los mil gestos y posturas que adopte el Adversario que también anida en nuestro interior y que no es sólo un enemigo circunstancial, ya que gracias al mismo y al papel que a él toca, es que en el escenario universal se ha ido apagando la luz, envejeciendo el mundo, frustrándose cualquier perspectiva por la paulatina muerte del valor del símbolo entre las más crudas y abyectas simulaciones, las más grotescas imposturas "tradicionalistas" en medio de la ignorancia, la crueldad y la injusticia protagonizada por la soberbia y el fanatismo de los que juegan un patético rol con el que los ha marcado el Destino, antes de que caiga el telón de la Obra.